En el día en que se rinde homenaje a la
mujer trabajadora, debo defenderlo, pero pienso que es lamentable
circunscribirlo a una sola fecha, cuando la mayoría de estas mujeres son la
fuerza que, día a día mantiene unida y administrada la familia.
Mi madre Eugenia Martí, fue un claro
exponente de ello, sola,, con mi padre exiliado luchó para sostenernos en condiciones muy duras, más tarde con las condiciones mejores, fue la compañera y la colaboradora ideal para
sacar adelante el estudio fotográfico, desgraciadamente las privaciones que
pasó le pasaron factura y una insuficiencia mitral y una operación chapucera se la llevaron con 52 años.
Aquí entra en juego otra generosa mujer,
mi esposa Rosalía Molinero, que generosa, renuncia a la intimidad y traslada su
familia a casa de su suegro, para atenderle, esta simbiosis duró hasta la
muerte de Agustí
Centelles en 1985, total 16 años.
Muchas gracias a todas estas mujeres,
casi siempre sacrificadas y que no reciben el reconocimiento que merecen.
Sergi.
Foto Banús
Fotos Sergi Centelles