Agustí Centelles, conocedor de los
bombardeos que se realizaban sobre la población civil en su retirada hacia
Francia, hizo descender a su esposa e hijo del camión en el que habían montado
y emprendió, solo con su equipo, cámaras y archivo, el camino del exilio hacia
la frontera francesa.
Tras la estancia en Argelés, con miles
de refugiados, tirados sobre la arena de la playa, careciendo de todo tipo de
atenciones, fue trasladado al campo de Bram en construcción,
allí creó su laboratorio, 70
cm cuadrados, sin agua sin luz, utilizando una cámara
como ampliadora y la luz solar a través
de un agujero en la pared del barracón nº 62 y consiguiendo un cuarto oscuro,
cerrando el habitáculo con mantas. De allí salieron cientos de fotos, que los
internos mandaban a sus familias para que pudieran constatar su estado, toda
vez que los escritos eran censurados. También en estas condiciones y con una
técnica y maestría inigualable, realizó
un fotomontaje en carta postal 9x14 cms con 6 imágenes alrededor de la figura
central como protagonista.
Años mas tarde, con un gran equipo de
TV3, realizamos un reportaje para el programa 30 minuts sobre el lugar donde
estuvo el campo de concentración,
Su nieto y su hijo, colocamos un
facsimil del laboratorio sobre el suelo donde estuvieron los barracones, vimos
la línea férrea a la puerta del campo y coincidimos con los descendientes de
internos que iban a visitar el sencillo monumento donde estaban inscritos los
nombres de sus familiares fallecidos allí.
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