Dada la incomodidad del espacio de que se
disponía en el piso de su hermana, Eugenia i Agustí deciden buscar vivienda, la
encuentran en la calle
Urgel nº 92, es un piso en muy mal estado, durante la guerra,
habían quemado las contraventanas en el suelo
de la habitación principal y el traspaso importó 8.000 pesetas, una
cantidad exorbitante para le época.
Gracias a préstamos de familiares y
amigos lo alquiló, su compañero periodista José Aymamí le alquiló 2
habitaciones para despacho de gestor administrativo, nueva profesión, ya que no
podía dedicarse al periodismo por estar depurado, pagó religiosamente los
alquileres pero nunca utilizó el despacho.
Desmontó el laboratorio de la calle Buenavista
y lo instaló en Urgel. Los inicios fueron muy duros. En el mes de diciembre
facturó 125 pts .
Gracias al capón que nos mandó el padrinote Eugenia desde Juneda, tuvimos
Navidad.
Las penurias duraron poco, ó así me lo
pareció a mí, gracias a su tesón pronto tuvo
continuidad en el trabajo con la Agencia
de Publicidad Roldós y varios clientes propios,
Muebles La Fábrica, Editorial Bruguera , Suministros dentales
Soier Palou, etc.
Dada la imposibilidad entonces de
conseguir línea telefónica, ideó un sistema de timbre con pilas secas y desde
el bar La Palmera, situado en la planta baja con teléfono público, le avisaban
cuando alguien solicitaba hablar con él.