Valladolid acoge hasta finales de agosto la primera exposición de Agustí Centelles
- La muestra podrá verse en San Benito hasta el próximo 29 de agosto
- Recoge copias originales del fotógrafo realizadas entre 1976 y 1977
La Sala Municipal de Exposiciones San Benito de Valladolid acoge hasta el próximo 29 de agosto la muestra 'Agustí Centelles', la primera exposición de la colección particular del mítico fotoperiodista, formada por cien originales 'vintage', propiedad de sus hijos, Agustí y Sergi Centelles i Martí. La muestra recoge copias originales, realizadas entre 1976 y 1977 por el fotógrafo, después de recuperar su archivo tras la muerte del general Franco.
Agustí Centelles i Ossó nació El Grao (Valencia) en 1909 y murió en 1985 en Barcelona, la ciudad donde desarrolló gran parte de su actividad profesional en dos diferentes épocas. Fue uno de los más destacados de los fotógrafos de la Guerra Civil, documentando plásticamente el ambiente de la España prebélica, la guerra fraticida desde el bando republicano y, además, dejó testimonio de la vida de los exiliados españoles en los campos de concentración franceses.
La producción fotográfica de Agustí Centelles se divide, nítidamente, en dos períodos: el Centelles fotoperiodista hasta el año 1939, momento en que concluye la Guerra Civil y sale, en septiembre, del campo de concentración para exiliados españoles de Bram (Francia); y el Centelles forzado a dedicarse a la fotografía industrial a partir de 1948, porque, acusado previamente de haber sido masón, fue juzgado e inhabilitado como fotoperiodista para toda la vida.
Estas dos grandes etapas de su vida se complementan con otras dos, que son, a su vez, una prolongación de las anteriores: una, que comenzó tras la muerte del generalísimo Franco en 1975, cosa que le permitió ir al año siguiente a Carcasona para rescatar los 9.000 negativos de paso universal que había dejado guardados cuidadosamente en la casa de un amigo, dando inicio a la explicación pública a través de conferencias y entrevistas de la historia de estas fotografías, al tiempo que las mismas constituían la prueba más tangible de que Agustí Centelles había sido un testigo excepcional de la realidad del país. La otra fase tiene lugar post mortem y comienza en 2008 cuando, de forma casual, sus hijos, Sergi y Octavi, descubrieron una antigua caja de galletas metálica que contenía los negativos de unas 800 fotografías.
En noviembre de 2009 los hijos de Agustí Centelles decidieron vender los negativos del fondo fotográfico histórico al Ministerio de Cultura para su depósito permanente en el Centro Documental de la Memoria Histórica.
Las colecciones privadas
Las colecciones privadas de Sergi y Octavi Centelles i Martí están formadas por los positivos obtenidos de los negativos originales por el propio Agustí Centelles i Ossó después de la recuperación de su archivo, guardado en Francia hasta el año 1976.
Los positivos se realizaron en papel artístico semimate en dos diferentes tamaños 24 x 30 centímetros y 30 x 40 centímetros. la mayoría de las copias vintage están en su mayoría firmadas y comentadas por el propio autor.
Centelles fue el tercer fotógrafo español en utilizar una cámara Leicade paso universal, lo que le permitió realizar un tipo de fotografía diferente. Los retratos de Centelles tienen una gran fuerza expresiva, dejando a un lado las fotografías clásicas planas, sin relieve, que hasta entonces se realizaban y que estaban, en cierto modo, condicionadas por las cámaras de placas y por la utilización del magnesio. No buscaba tanto el aspecto creativo, sino mostrar la realidad tal y como es.
En el campo de la fotografía de guerra, realizó imágenes que, además del valor informativo, tenían alto valor propagandístico, lo que hizo que muchas de sus creaciones fueran portada de los principales periódicos, sobre todo en La Vanguardia (Barcelona). Las fotografías de Agustí Centelles fueron publicadas en centenares de periódicos y revistas, en su mayoría clientes de la agencia Havas.
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