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Barcelona acogió la Exposición Internacional de 1929. La ciudad incorporó la arquitectura, el diseño y la fotografía en la vida cotidiana durante la segunda República. Las revistas 'Imatges', 'Mirador' y 'La Publicitat' se interesaron por el trabajo de jóvenes fotógrafos, como Agustí Centelles, que utilizaron los recursos estéticos de la nueva visión para realizar sus imágenes y aportar nuevos puntos de vista, nuevos acercamientos temáticos. Muchas de las 91 instantáneas que ayer se subastaron en Barcelona procedían de dichas publicaciones.
Del grueso de fotografías del reportero, natural de Valencia aunque se trasladó de niño a Barcelona, la casa Soler y Llach vendió un total de 54 por un valor de 56.000 euros. El director del departamento de fotografía de Soler y Llach, Juan Naranjo, explicó que la mayoría de las instantáneas fueron adquiridas «por el Gobierno y coleccionistas privados». No tenía constancia de que entidades de la Comunitat hubieran pujado por algunas de las imágenes.
Agustí Centelles salió a las calles a documentar el alzamiento militar que hubo en Barcelona el 19 de julio de 1936 realizando algunas de las fotografías más representativas de la Guerra Civil. Registró la salidas de las columnas de milicianos hacia el frente de Aragón. En 1937, fotografió el frente de Aragón realizando imágenes directas y dramáticas, con puntos de vista inusuales.
El bombardeo de Barcelona, Teruel conquistado para la República y un miliciano del Frente de Aragón fueron las tres imágenes por las que más se pujó. La última (3.500 euros) tenía un precio de salida de 900 euros.
La imagen de Teruel, que se vendió por 1.500 euros, tiene un texto manuscrito a lápiz al dorso: «La lucha ha sido cruentísima por las calles de Teruel. Dos soldados de la República disparan contra el seminario». Desde la casa de subastas catalana, apuntaron que hay una gran similitud entre esta imagen y la que realizó Robert Capa en 1936 en Madrid con el título de 'Lucha casa a casa'.
Algunas de las imágenes de Centelles, de las que el Gobierno ha comprado las más importante a sus herederos, «han devenido iconos de la historia de la fotografía y forman parte del imaginario de la Guerra Civil Española. Está considerado como uno de los pioneros del fotoperiodismo modermo», detalló Juan Naranjo.
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